MISTERIOS GLORIOSOS

En petición

Dios te salve, Reina del Santísimo Rosario, mi Madre María, ¡A ti aclamo! A tus pies humildemente me arrodillo para ofrecerte una corona de rosas en que son prístinamente blancas, teñidas con el rojo de la pasión, que te recuerdan tus glorias, aquellos frutos de los sufrimientos de tu Hijo y que cada rosa conmemore un misterio santo por medio de cada uno de estos diez buques junto con mi petición de una gracia particular.¡Oh Reina y dispensadora de las gracias de Dios y Madre de todos los que te invocan! Tú no puedes mirar sobre mi ofrenda sin logran ver lo entrelazada que está. Como tú recibes mi regalo, te pido que cuando recibas mi súplica, por tu generosidad me facilites el auxilio que con tanto ahínco y confiadamente busco. Pierdo la esperanza por esta nada que te pido. ¡Muéstrate Madre mía!

En acción de gracias

Dios te salve, Reina del Santísimo Rosario, mi Madre María, ¡A ti aclamo! A tus pies humildemente me arrodillo para ofrecerte una corona de rosas en que son prístinamente blancas, teñidas con el rojo de la pasión, que te recuerdan tus glorias, aquellos frutos de los sufrimientos de tu Hijo y que cada rosa conmemore un misterio santo por medio de cada uno de estos diez buques junto con mi petición de una gracia particular.¡Oh Reina y dispensadora de las gracias de Dios y Madre de todos los que te invocan! Tú no puedes mirar sobre mi ofrenda sin lograr ver lo entrelazada que está. Como tú recibes mi regalo, te pido que cuaando recibas acción de gracias, que por tu generosidad me has dado el favor que tanto anhelaba intensamente y con confianza. Me desesperé, por lo que le pedí a ti, y tú realmente te has mostrado a ti misma, mi Madre.

Primer misterio glorioso: La Resurrección

Oh Madre gloriosa María, medito en el Misterio de la Resurrección de Nuestro Señor de entre los Muertos; cuando en la mañana del tercer día después de su muerte y sepultura Él se levantó de entre los muertos y se apareció a ti, querida Madre, y llenó tu corazón con gozo inefable. Luego, se apareció a las santas mujeres, y a sus discípulos quienes lo adoraron como su Dios resucitado.Ruego humildemente (decir petición): Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Gloria al Padre.Ato este buqué lleno de rosas fundidas con la petición de la virtud de la Fe y humildemente pongo este ramo a tus pies.

Segundo misterio glorioso: La Ascensión

Oh Madre gloriosa María, medito el misterio de la Ascensión, cuando tu divino Hijo, después de cuarenta días sobre la tierra, se fue al monte de los Olivos acompañado de ti y de sus discípulos, donde todos le adoraron por última vez, después de que Él les promete que permanecerá con ellos hasta el fin del mundo. Luego, extendiendo sus manos agujereadas sobre todo en una última bendición, Él ascendió puestos sus ojos al cielo.Ruego humildemente (decir petición) : Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Gloria al Padre.Ato este buqué lleno de rosas fundidas con la petición de la virtud de la Esperanza y humildemente pongo este ramo a tus pies.

Tercer misterio glorioso: La Venida del Espíritu Santo

Oh gloriosa Madre María, medito sobre el misterio de la Venida del Espíritu Santo, cuando los apóstoles se reunieron contigo en una casa en Jerusalén, el Espíritu Santo descendió sobre ellos en forma de lenguas de fuego, inflamando los corazones de los apóstoles con el fuego del Amor divino; mostrándoles todas las verdades, dándoles el don de lenguas, y llenándolos con la plenitud de su Gracia que inspira a orar por los apóstoles y los primeros cristianos.Ruego humildemente (decir petición): Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Gloria al Padre.Ato este buqué lleno de rosas fundidas con la petición de la virtud de la Caridad y humildemente pongo este ramo a tus pies.

Cuarto misterio glorioso: La Asunción de la Santísima Virgen al Cielo

Oh Madre gloriosa María, medito el misterio de tu Asunción al cielo, cuando, consumido por el deseo de estar unidos con tu Hijo divino en el Cielo, tu alma se unió a Él, quién fuera del amor excesivo. Él te cargó a ti, su Madre, cuyo cuerpo virginal fue su primer tabernáculo, tomó ese cuerpo al cielo en medio de las aclamaciones de los ángeles y santos.Ruego humildemente (decir petición): Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Gloria al Padre.Ato este buqué lleno de rosas fundidas con la petición de la virtud de la Unión con Cristo y humildemente pongo este ramo a tus pies.

Quinto misterio glorioso: La Coronación de la Santísima Virgen en el cielo como su reina

Oh gloriosa Madre María, medito el misterio de tu coronación en el Cielo, cuando al ser llevada al cielo, tú fuiste triplemente coronada como la Reina del Cielo por Dios el Padre como su amada hija, por Dios el Hijo como Su Madre querida, y por Dios el Espíritu Santo como Su Esposa elegida. La adoradora más perfecta de la Santísima Trinidad, suplica por nuestro pedido como nuestra Madre más poderosa y misericordiosa.Ruego humildemente (decir petición): Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Gloria al Padre.Ato este buqué lleno de rosas fundidas con la petición de la virtud de la Unión contigo Nuestra Señora y humildemente pongo este ramo a tus pies.

Comunión Espiritual

Mi Jesús, realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar, ya que ahora no puedo recibirte bajo el velo sacramental, yo te ruego con un corazón lleno de amor y anhelo, puedas venir espiritualmente a mi alma a través del Corazón Inmaculado de Tu Madre Santísima, y quedarte conmigo para siempre. “Tú en mí, y yo en ti, en el tiempo y en la eternidad, en Nuestra Señora Santa María”.

En petición

Dulce Madre María, te ofrezco esta comunión espiritual para unir mis ramos de flores en una corona, la cual quiero colocar sobre tu frente. ¡Oh Madre mía! contempla con buenos ojos mi obsequio, y en tu amor consigue para mí (decir petición…). La Salve.

En acción de gracias

Dulce Madre María, te ofrezco esta comunión espiritual para unir mis ramos de flores en una corona, la cual quiero colocar sobre tu frente en acción de gracias por (decir petición….) que conforme a tu amor has obtenido para mí. La Salve.

ORACIÓN

¡Oh Dios! Cuyo unigénito Hijo, por su vida, muerte y resurrección, ha conseguido para nosotros la recompensa de la vida eterna; concédenos, te rogamos, que meditando en estos misterios del Santo Rosario de la Bienaventurada Virgen María, imitemos lo que contienen y obtengamos lo que prometen. Por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén.Que la divina asistencia permanezca siempre con nosotros. Y que las almas de los fieles difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz. Amén. Virgen Santa, ante tu Niño amoroso, danos tu bendición a nosotros este día (noche). En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.