¿Por qué no hacemos la Novena “en vivo”?

De antemano quiero saludar a todas las personas que visitan esta página. Este es un apostolado, como yo digo, bastante anónimo, pero lleno de gente que reza y reza. Lo demuestran las casi 700 personas que se han suscrito y han descargado la guía rápida, y las otras casi 500 entre Instagram y el Facebook Group. Para mí cada una es un alma maravillosa y me llena de alegría saber que juntos nos acercamos más a la Virgen María.

Muchos, y sí, han sido muchos los que nos han preguntado por otras modalidades de hacer la novena. Al momento lo hacemos a través de las publicaciones diarias de las oraciones en nuestro grupo en Facebook. Nos han preguntado si hemos grabado audios o hecho “lives”. Y la verdad es que no lo hemos hecho, aunque sí está en nuestros planes lejanos. Nos encantaría poder “lograr” todo lo que tenemos en nuestra mente con este proyecto, cada idea que surge y que nos ilusiona. Pero primero lo primero. Y con ello es a lo que me quiero enfocar en este post.

No sé si lo saben, pero este apostolado es dirigido por una mujer joven, esposa, madre, consejera profesional a tiempo completo, estudiante de doctorado y actualmente embarazada. Y en pandemia… Son muchos roles y sombreros. Y todos son importantes. El primero es cuidar y no desatender la vocación a la que Dios me (nos) ha llamado como mujer, esposa y como familia. Mientras formamos nuestra familia que sigue creciendo, mientras trabajo y estudio, en medio de todo ello saco un tiempito para poder seguir expandiendo esta hermosa devoción. Es una pequeñísima muestra del grandísimo agradecimiento que tengo hacia nuestra Madre Amada, quien ha guiado nuestro camino. Pero sé que, precisamente gracias a Ella y a su cuidado, lo importante es estar donde Dios me llama y hacer lo que Él me pide en el momento preciso. Para mí, esto es crecer, madurar en la fe y amar mucho. Este post surgió mientras reflexionaba en todos estos sueños y anhelos que hay en mi corazón. Meditaba sobre la voluntad de Dios y sobre no vivir una “mística hojalatera”, como un buen santo se refería. También, vino a mi mente la vida de Santa Faustina y de cómo a ella le ardía su corazón por formar la congregación religiosa de la cual habló tanto con Jesús. Congregación que no llegó a ver en vida, aunque estuvo tantos años esforzándose y soñando con hacerla realidad. Este recuerdo de la experiencia de Santa Faustina me ayudó mucho a enfrentar los límites humanos. Y más que límites, realidades y mi camino de santificación.

Hoy estoy aquí, con muchas ideas y sueños, pero todos ellos serían en vano si descuido lo MÁS importante: mi relación con Dios y la Virgen (por la cual promuevo esta Novena), mi relación con mi esposo y mis hijos, así también mi trabajo profesional. Comparto esto para que quienes lleguen hasta aquí nos conozcan un poco y puedan orar siempre por estos pobres siervos detrás de la pantalla. Algunos nos han dicho que lo han hecho y verdaderamente es el mejor regalo que nos han podido hacer. Gracias por seguir promoviendo esta devoción, y más allá de eso, promover que todos conozcan a Nuestra Madre. Es Ella la protagonista de todo, la que los ayuda a todos a rezar el Santo Rosario diariamente. Es Ella la que nos lleva a Jesús. Que Ella nos guíe a todos a hacer la Voluntad del Padre. Un abrazo.

-Glorian